
La tecnología ha transformado la forma en que diseñamos, construimos y nos relacionamos con los espacios. Desde el modelado en 3D hasta la impresión de viviendas, la arquitectura vive una revolución digital que abre oportunidades y redefine procesos.
Adaptarse a la innovación no es solo cuestión de modernidad, es una exigencia profesional. Las herramientas digitales permiten mayor precisión, eficiencia, colaboración y sostenibilidad. Además, son indispensables para competir en un mercado cada vez más globalizado.
Muchos colegios de la FCARM ya ofrecen talleres, convenios y diplomados sobre herramientas digitales. También se pueden impulsar laboratorios colaborativos y redes de intercambio entre despachos y universidades.
«La arquitectura del futuro se diseña con las herramientas del presente.»
La innovación digital no reemplaza el pensamiento creativo, lo potencia. Adoptar estas herramientas no solo mejora la calidad del diseño, también abre puertas a nuevas formas de habitar el mundo.